domingo, 28 de agosto de 2011

Quiero hacerle el amor a una montaña.

Medellín desde una montañita habitada.



Quiero hacerle el amor a una montañita de esas, para hacerlo tengo que pedirle permiso a Antioquia la dueña de las montañas, Antioquia ¿me deja hacerle el amor a una montañita de esas?, hace algún tiempo que lo vengo pensando, quiero hacerlo porque me nace, quiero sentir esa sensación, quiero darle algo mío, si definitivamente quiero penetrar una montañita de esas.


Debo pensar bien con cual de tantas montañitas tener la relación sexual, si con una alta o bien picuda, o con una verde, verde, verde, la más verde de todas o a una bien citadina, ah con cualquiera al igual montaña es montaña, pero si me le monto encima a una montaña de la ciudad tendría que tener mucho cuidado con la puntería para no ir a quebrar los vidrios de algunas viviendas, y de no correrles las tejas con uno de mis testículos, o peor no debo dejarles manchas en las terrazas con mi blanco semen, por eso tengo que pensar bien con que montañita tener sexo, sin embargo lo interesante seria introducirle mi falo y que lo sienta bastante, como yo siento a cada una de ellas, que se introduzca mi líquido lechoso en la montaña y se mezcle con su tierra.



El único fin, el fin único de hacerle el amor a la montañita esta, es que después del acto sexual, haga algún efecto en los ojos de las personas que la miran, en los pies que la pisan de la gente que la habita, para que cuando me miren vean tan solo algo en mí de ellos, como yo me mantengo viendo en ellos tantas cosas de mí.



Daniel Yepes Cartagena

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